Para la primera edición de la revista de la Semana de la Joyería de Brasil, Chrissie Barban nos invitó a colaborar con un artículo sobre Joyeros Argentinos y la Bienal. Lo hicimos con mucho gusto, y con la alegría de compartir el espacio con tantos actores de la joyería latinoamericana que también colaboraron con la revista.
Compartimos con ustedes el enlace a la publicación. Recomendamos fuertemente pasear por la revista y conocer el pensamiento de tantos artistas, gestores, colectivos y organizaciones latinoamericanxs.

Seguimos, sigamos, estrechando lazos latinoamericanos.

Hagan click en la imagen para acceder a la revista. Más abajo encontrarán el texto del artículo en español.


Joyeros Argentinos y la Bienal: pasión y construcción colectiva

Joyeros Argentinos -como plataforma de reunión, visibilización y organización de la joyería de arte- , y  la Bienal Latinoamericana de Joyería contemporánea -como eje de diálogo y encuentro sudamericano-, son una respuesta a la necesidad de mancomunar un recorrido identitario de creación, reconocimiento y validación de nuestro arte.

Varias veces nos sentamos a escribir sobre lo que hacemos. Aunque no solemos detenernos en nuestras motivaciones personales, seguramente trascienden a través de las palabras que elegimos para contar qué es Joyeros Argentinos, qué es la Bienal.

Hoy quisimos aprovechar la propuesta de las colegas de Núcleo para dejar de esquivarnos como personas, mujeres, hacedoras, en el momento de relatar una labor que no se realizaría si no implicara profundo amor y compromiso.

Nosotras, Paula Isola y Laura Giusti, nos conocimos en el taller de Graciela Lescano, y es allí donde empezamos a imaginar las primeras aventuras. Graciela, además de una generosa maestra, es una anfitriona excelente, así que entre cenas y vinos fueron surgiendo ideas y desafíos.

En todos estos años hemos juntado muchas anécdotas, a veces lloramos, en general nos reímos, historias de viajes interminables, de valijas llenas de joyas y ningún vestido, de aviones perdidos, de conocer personas maravillosas, de lidiar con los imprevistos…..

Como ambas vivimos lejos una de otra, nos solemos reunir en los cafecitos de Buenos Aires. En algún momento empezamos a registrar esos interminables encuentros: ya juntamos innumerables fotos.

En el ámbito de la joyería contemporánea latinoamericana muchos saben cómo es el trabajo de gestión: todo se hace a pulmón. Nosotras organizamos la Bienal, tomamos las decisiones, limpiamos los vidrios de las vitrinas, diseñamos el catálogo, organizamos la difusión, contestamos los mails, nos entrevistamos con las autoridades, hacemos las cuentas, gestionamos espacios, ordenamos la información, buscamos financiamiento, compramos los vasos de la inauguración, llevamos manteles de nuestras casas… nuestras respectivas familias nos odian y nos aman según cuanto falte para la inauguración…

¿Qué tienen Joyeros Argentinos y la Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea que los hace especiales? Lo que contamos más arriba puede ayudar a contestar esta pregunta, pero sabemos que no alcanza con el trabajo y la buena voluntad. Pensar en voz alta, reconstruir la historia, tal vez nos acerque a algunas respuestas.

Hace más de doce años, la idea inicial fue juntar la información de los joyeros argentinos en una página web. Luego, que esa página web fuera también un espacio de discusión, de pensamiento y de información en español. Para llevarlo a cabo hubo que sumergirse mucho más que días, semanas y meses para investigar, organizar, diseñar… Hubo que definir y redefinir qué era lo que queríamos reunir y mostrar, pensar una y otra vez qué era la joyería contemporánea, definiciones y decisiones que fueron reacomodándose a través del tiempo. Recordemos que, como dijimos, todo nació hace más de doce años.

Las cosas, luego,  fueron encadenándose rápidamente: crecer en el espacio virtual, ocupar espacios físicos, viajar…. Gestionar distintas instancias, con distintos interlocutores, crecer en presencia, explorar nuevas formas de visibilización, pensar qué es lo que nuestra joyería contemporánea necesita, qué lugares hay que conquistar, qué caminos recorrer, cómo acercarla al público que la desconoce, cómo integrarla y posicionarla en el mundo del arte en Latinoamérica.

En esa búsqueda surgieron proyectos de todo tipo, concursos nacionales, exposiciones, conferencias, itinerancias, ferias, participaciones en mercados, hasta tuvimos una tienda online; hubo prueba y error, hubo infinito trabajo, a veces con resultados hermosos, a veces no.

El proyecto de la Bienal devino como resultado casi natural de un largo proceso.

Era el siguiente paso, y lo dimos. Aunque sabíamos que era un paso enorme, y tuvimos imprevistos, dudas y problemas a resolver que parecían excedernos por completo, mentiríamos si dijéramos que saltamos al vacío: en todos estos años aprendimos a prever lo peor, y gestionar en consecuencia. Nos sumergimos y llegamos a la otra orilla agotadas y felices, viendo cómo nadaron con nosotras cientos de artistas latinoamericanos que encontraron en la Bienal el espacio que estaban esperando.

La bienal ayuda a crear caminos y descubrir intereses comunes, fomentar el deseo del encuentro y del trabajo colaborativo. El proceso creativo del artista suele ser muy solitario. Compartir el objetivo de participar de una bienal como concursante implica pensar y trabajar en el tema propuesto junto a colegas de todo el continente que están pensando y trabajando en lo mismo. Todo esto luego redundará en una exposición y catálogo que reunirá ese trabajo realizado al mismo tiempo y con el mismo objetivo. Además, en cada una de las instancias de encuentro que propone la bienal en sus actividades asociadas, genera vínculos de una belleza muy particular, reconocimientos y deseos que siempre se vierten en el trabajo, en los procesos creativos y resultados de cada artista, en los objetivos a plantearse y los caminos a recorrer. De ese modo, a través de los encuentros entre artistas, entre grupos y entre organizaciones, la bienal ha tendido puentes y construido fuertes lazos entre países vecinos: Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, México y Argentina por ahora, esperamos que otras comunidades, grupos y gestores se vayan sumando.

Si Joyeros Argentinos y la Bienal tienen un lugar en la joyería latinoamericana, creemos que es porque fueron concebidos con pasión, criados con compromiso, comprendidos como una construcción colectiva encabezada por una gestión que no es omnipotente ni tiene miedo a equivocarse, pero que tuvo desde el principio la idea clara de la necesidad de ayudar a generar un reconocimiento identitario en nuestro quehacer, y una integración que consideramos deseable y necesaria.

Visión y mística, pasión y compromiso, fueron y siguen siendo los motores de todo esto.

Es importante destacar que lo que llevamos adelante se sostiene porque hay un grupo de personas tan comprometidas como nosotras, que se sienten parte y generan propuestas e ideas, colaboran en los hechos y entienden también el valor de la construcción colectiva. Los jurados de selección y premiación, los equipos de armado para las exposiciones, el comité curador de joyeros argentinos, nuestra traductora, nuestra correctora de todos los textos, nuestro vendedor de publicidad y cosechador de premios, y muchos otros joyeros nos acompañan acercando nuevas propuestas. La joyería contemporánea latinoamericana es una construcción, de la que Joyeros Argentinos y la Bienal son parte feliz, entusiasta y comprometida.

Laura Giusti y Paula Isola

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