El 21 de septiembre inauguró el 111 Salón Nacional de Artes Visuales, se desarrolla en 3 sedes, Centro Cultural Kirchner, Centro Cultural Paco Urondo y Centro Cultural Borges, con la curaduría de Guillermina Mongan.
La obra de Jessica Morillo, Conjuro para no olvidar o aprender a hacer y deshacer el amor, recibió una mención especial del jurado en la categoría textil, y se puede ver en el Centro Cultural Borges.
Conjuro para no olvidar o aprender a hacer y deshacer el amor
Cortar, tejer, romper, bordar, coser.
Recuperar, perder, lacerarse, desarmar.
El cabello carga nuestro adn y las prendas usadas están impresos los días vividos, recuperarlos como quien se resiste a olvidar, como quien atesora una vida sin un cuerpo.
Guardar, juntar, contemplar y revivir las escenas pasadas, no es exceso de nostalgia sino la resistencia contra el tiempo, contra el olvido y contra la muerte.
Este conjunto de piezas son el conjuro que me invento para reunir los desamores, para honrarlos, para traerlos a esta dimensión para señalar la perforación que provocaron, el dolor que me han causado.
Y como las coreografías, repetidas, insistentes y sostenidas de la costura y el tejido me han servido para unir(me) lo roto, tejer(me) las partes que me faltan.
Resistirme al olvido, no es, no avanzar, sino abrazar las ausencias y convivir con esas con las roturas, aprender a hacer y deshacer el amor.
Jessica Morillo
